Este post contiene Versículos de Aliento Reina Valera 1960. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10)
He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra, porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. (Génesis 28:15)
Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré, Dios de mi padre, y lo enalteceré. (Éxodo 15:2)
Y Jehová va delante de ti, él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará, no temas ni te intimides. (Deuteronomio 31:8)
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. (Nahúm 1:7)
Tendrás confianza, porque hay esperanza, Mirarás alrededor, y dormirás seguro. (Job 11:18)
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:30-31)
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. (Proverbios 3:5)
Torre fuerte es el nombre de Jehová, a él correrá el justo, y será levantado. (Proverbios 18:10)
La paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. (Juan 14:27)
¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos. (Lucas 12:6-7)
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. (Juan 15:19)
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? (Romanos 8:31)
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne. (Romanos 8:3)
Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente, y esforzaos. (1 Corintios 16:13)
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7)
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28)
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. De tal manera amó Dios al mundo Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:14-16)
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:28-30)
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. (1 Pedro 5:6-7)
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. (Efesios 6:13)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados, en apuros, mas no desesperados. (2 Corintios 4:7-8)
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10)
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. (Mateo 9:22)
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. (1 Tesalonicenses 5:11)
Bendeciré a Jehová que me aconseja, Aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí, Porque está a mi diestra, no seré conmovido. (Salmos 16:7-8)
El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío, Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro, Escudo y adarga es su verdad. (Salmos 91:1-4)
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. (Salmos 42:5)
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar, Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. (Salmos 46:1-3)
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. (Salmos 32:8)
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, que pusieren sitio contra mí. (Salmos 3:3-6)
Jehová de los ejércitos está con nosotros, nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Salmos 46:7)
En cuanto a mí, a Dios clamaré, y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. (Salmos 55:16-17)
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará, no dejará para siempre caído al justo. (Salmos 55:22)
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmos 23:4)
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmos 27:1)
Jehová es mi fortaleza y mi escudo, en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré. (Salmos 28:7)
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