El Salmo 4 es un salmo de confianza en Dios, escrito por el rey David en tiempos de angustia. En este salmo, David se dirige a Dios en oración, buscando su ayuda y su protección. A continuación, se explica cada uno de los versículos del Salmo 4:
Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Dame alivio cuando esté angustiado, apiádate de mí y escucha mi oración.
El salmista comienza el salmo con una petición a Dios para que le responda cuando lo llame y lo libere de sus angustias. También reconoce que Dios ha sido su ayuda en el pasado y le pide que continúe mostrando su bondad y amor hacia él.
Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo cambiarán mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio?
Aquí el salmista se dirige a aquellos que lo critican y ridiculizan, cuestionando su deseo por las cosas vanas y mentirosas en lugar de buscar la verdad y la justicia.
Sepan que el Señor honra al que le es fiel; el Señor me escucha cuando lo llamo.
El salmista afirma que Dios ha escogido al piadoso para sí mismo y que escuchará cuando él clame a Él.
Si se enojan, no pequen; en la quietud del descanso nocturno examínense el corazón.
El salmista exhorta a sus oyentes a temblar y no pecar, meditar en sus corazones mientras están en sus camas y callar.
Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el Señor.
El salmista les aconseja a aquellos que lo critican que ofrezcan sacrificios de justicia al Señor y que confíen en Él en lugar de seguir su propia sabiduría.
Muchos son los que dicen: ¿Quién puede mostrarnos algún bien? ¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!
El salmista reconoce la necesidad de la ayuda de Dios para ver el bien y le pide que brille la luz de Su rostro sobre ellos.
Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en abundancia.
El salmista recuerda el gozo que Dios le ha dado en el pasado y le agradece por ello.
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.
El salmista termina el salmo con una expresión de confianza en Dios, diciendo que puede dormir en paz porque sabe que el Señor lo sostendrá y lo protegerá. Él le pide al Señor que le muestre su favor y que lo bendiga con su presencia y amor.
Salmo 4 muestra la confianza y la dependencia del salmista en Dios en medio de la adversidad. El salmista reconoce la ayuda de Dios en el pasado, pide su ayuda en el presente y confía en su protección en el futuro. Además, les aconseja a aquellos que lo critican que busquen la verdad y la justicia y que confíen en el Señor en lugar de depender de su propia sabiduría.
1 Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Dame alivio cuando esté angustiado, apiádate de mí y escucha mi oración. 2 Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo cambiarán mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amarán ídolos vanos e irán en pos de lo ilusorio?
3 Sepan que el Señor honra al que le es fiel; el Señor me escucha cuando lo llamo. 4 Si se enojan, no pequen; en la quietud del descanso nocturno examínense el corazón.
5 Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el Señor. 6 Muchos son los que dicen: ¿Quién puede mostrarnos algún bien? ¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!
7 Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en abundancia. 8 En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.
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