Este post contiene Versículos Sobre la Ansiedad. La Ansiedad se puede definir como un repetitivo sentimiento de angustia, miedo e inquietud que conduce a un ataque de pánico incontrolable en cuestión de pocos minutos, este sentimiento se vuelve cada vez más cotidiano e incontrolable.
En el mundo hay muchos tipos de ansiedades que nos llevan a varios tipos de conducta, cayendo incluso en la depresión, lo mejor es buscar ayuda para ser tratada de la forma correcta por un profesional a cargo.
Sea cual sea el tipo de ansiedad que se sufre, Dios siempre está ahí para ayudarnos y reconfortar nuestra alma, nuestra mente y nuestro cuerpo.
Así que no temas, porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10)
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas, volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. (Isaías 40:31)
Aún si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado, tu vara de pastor me reconforta. (Salmos 23:4)
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)
Los justos claman, y el Señor los oye, los libra de todas sus angustias. (Salmos 34:17)
Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.(1 Corintios 10:13)
Para los hombres es imposible, aclaró Jesús, mirándolos fijamente, más para Dios todo es posible. (Mateo 19:26 )
Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría. (Salmos 94:19)
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (Romanos 8:26-28)
Luego dijo Jesús a sus discípulos: Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán, ni por su cuerpo, con qué se vestirán. La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa. Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen almacén ni granero, sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! (Lucas 12:22-24)
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. (Proverbios 3:5-6)
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:7)
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:38-39)
No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. (Juan 14:1)
Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía. (Isaías 26:3)
La paz les dejo, mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. (Juan 14:27)
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. (Mateo 11:28-30)
Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré. (Hebreos 13:5)
Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. (Salmos 34:4)
Digan a los de corazón temeroso: Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá,
vendrá con venganza, con retribución divina vendrá a salvarlos. (Isaías 35:4)
No se inquieten por nada, más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra. (Proverbios 12:25)
Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. (Colosenses 3:15)
Versión en Portugués: Versículos Sobre Ansiedade
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