Este post contiene Versículos de Esperanza en la Biblia, mantengamos toda esperanza en Dios, el tiene los mejores planes para nuestra vida y nunca nos va a desamparar.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el SEÑOR, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11)
Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. (1 Pedro 3:15)
Encamíname en tu verdad, ¡enséñame!. Tú eres mi Dios y Salvador. (Salmos 25:5)
¿Por qué voy a inquietarme?, ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! (Salmos 42:11)
Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti. (Salmos 33:22)
Espero al Señor, lo espero con toda el alma, en su palabra he puesto mi esperanza.
A estos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. (Colosenses 1:27)
Pero los que confían en el SEÑOR renovarán sus fuerzas, volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. (Isaías 40:31)
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo. (Romanos 15:13)
Tú eres mi escondite y mi escudo, en tu palabra he puesto mi esperanza. (Salmos 119:114)
Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza. (Efesios 4:4)
Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el SEÑOR esperan. (Salmos 31:24)
Pero, si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. (Romanos 8:25)
A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. (1 Timoteo 6:17)
Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. (Romanos 12:12)
Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. (Hebreos 10:23)
A causa de la esperanza reservada para ustedes en el cielo. De esta esperanza ya han sabido por la palabra de verdad, que es el evangelio. (Colosenses 1:5)
Así es como los pobres recobran la esperanza, y a la injusticia se le tapa la boca. (Job 5:16)
Pero el necesitado no será olvidado para siempre, ni para siempre se perderá la esperanza del pobre. (Salmos 9:18)
Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda? ¡Mi esperanza he puesto en ti! (Salmos 39:7)
Sosténme conforme a tu promesa, y viviré, no defraudes mis esperanzas. (Salmos 119:116)
Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del SEÑOR nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. (Lamentaciones 3:21-22)
En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen. (1 Timoteo 4:10)
Tú, Soberano Señor, has sido mi esperanza, en ti he confiado desde mi juventud. (Salmos 71:5)
Vuelvan a su fortaleza, cautivos de la esperanza, pues hoy mismo les hago saber que les devolveré el doble. (Zacarías 9:12)
Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. (Salmos 119:74)
Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos. (2 Corintios 1:10)
Pero el necesitado no será olvidado para siempre, ni para siempre se perderá la esperanza del pobre. (Salmos 9:18)
Y ahora me juzgan por la esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados. (Hechos 26:6)
Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: ¡Así de numerosa será tu descendencia! (Romanos 4:18)
Israel, pon tu esperanza en el Señor desde ahora y para siempre. (Salmos 131:3)
Porque para Dios no hay nada imposible. (Lucas 1:37)
La viuda desamparada, como ha quedado sola, pone su esperanza en Dios y persevera noche y día en sus oraciones y súplicas. (1 Timoteo 5:5)
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios. (Salmos 146:5)
Vivirás tranquilo, porque hay esperanza, estarás protegido y dormirás confiado. (Job 11:18)
Espero al Señor, lo espero con toda el alma, en su palabra he puesto mi esperanza. (Salmos 130:5)
Así tú, Israel, espera al Señor. Porque en él hay amor inagotable, en él hay plena redención. (Salmos 130:7)
Así de dulce sea la sabiduría a tu alma, si das con ella, tendrás buen futuro, tendrás una esperanza que no será destruida.
No vacilará ni se desanimará hasta implantar la justicia en la tierra. Las costas lejanas esperan su ley. (Isaías 42:4)
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva. (1 Pedro 1:3)
Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Colosenses 3:1-2)
Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos. (Efesios 1:18)
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16)
Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. (1 Juan 5:13)
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Muy bueno