A veces pasamos por alto las muchas cosas buenas que Dios nos ha proporcionado. El simple hecho de poder leer estas palabras es motivo suficiente para sentirnos agradecidos, ya que hay personas que no tienen esa capacidad. En ocasiones, nos concentramos demasiado en nuestros problemas o en lo que nos falta, olvidando expresar gratitud por lo que ya tenemos en nuestro alrededor. Es esencial recordar las bondades de Dios, tal como nos enseñan varios versículos de agradecimiento que te mostramos a continuación.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7)
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros. (2 Tesalonicenses 1:3)
Si con gratitud participo de la comida, ¿me van a condenar por comer algo por lo cual doy gracias a Dios? En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:30-31)
Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén. (Romanos11:36)
Den gracias al Señor, porque él es bueno, su gran amor perdura para siempre. (Salmos 136:1)
¡Gracias a Dios por su don inefable! (2 Corintios 9:15)
Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas. (Salmos 9:1)
Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento. (Colosenses 4:2)
Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. (Colosenses 3:16)
Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios y cánticos de gratitud. Cumpliré las promesas que te hice.¡La salvación viene del Señor!
¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre!
Y nosotros, tu pueblo y ovejas de tu prado, te alabaremos por siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas. (Salmos 79:13)
Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. (Salmos 118:24)
Después tomó la copa, dio gracias, y se la ofreció diciéndoles: Beban de ella todos ustedes. (Mateo 26:27)
Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado. (Juan 11:41 )
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! (1 Corintios 15:57)
Arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud. (Colosenses 2:7)
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. (Colosenses 3:17)
Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! (Apocalipsis 5:13)
En aquel día se dirá: Alaben al Señor, invoquen su nombre; den a conocer entre los pueblos sus obras; proclamen la grandeza de su nombre. (Isaías 12:4)
Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. (1 Tesalonicenses 5:16-18)
Rut se inclinó hacia la tierra, se postró sobre su rostro y exclamó: ¿Cómo es que le he caído tan bien a usted, hasta el punto de fijarse en mí, siendo solo una extranjera?
Cada mañana y cada tarde debían estar presentes para agradecer y alabar al Señor. (1 Crónicas 23:30)
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno, su gran amor perdura para siempre. (Salmos 106:1)
Den gracias al Señor, porque él es bueno, su gran amor perdura para siempre. (Salmos 107:1)
Todo esto es por el bien de ustedes, para que la gracia que está alcanzando a más y más personas haga abundar la acción de gracias para la gloria de Dios. (2 Corintios 4:15)
En todas partes y en toda ocasión reconocemos esto con profunda gratitud. (Hechos 24:3)
Sálvanos, Señor, Dios nuestro, vuelve a reunirnos de entre las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre y orgullosos te alabemos. (Salmos 106:47)
Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre. Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre. (Salmos 100:4-5)
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. (Romanos 12:1)
Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. (Efesios 5:20)
Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente. (Hebreos 12:28)
Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. (Colosenses 3:15)
Dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz. (Colosenses 1:12)
Den gracias al Señor, porque él es bueno, su gran amor perdura para siempre. (Salmos 118:29)
No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia, al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia. (Romanos 6:13)
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