Este post contiene Versículos de Primicias en la Biblia. Dios nos muestra en su palabras las primicias que debemos dar de buena voluntad para la honra de Dios.
Ezequiel 44:30
También recibirán lo mejor de todas las primicias y de todas las ofrendas que ustedes presenten. Les darán a los sacerdotes, para su pan, lo mejor de sus masas. Así mi bendición reposará sobre los hogares de ustedes. (Ezequiel 44:30)
Proverbios 3:9-10
Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo. (Proverbios 3:9-10)
Génesis 4:4
Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda. (Génesis 4:4)
Romanos 8:23
Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. (Romanos 8:23)
1 Corintios 15:20
Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron. (1 Corintios 15:20)
Éxodo 13:2
Conságrame el primogénito de todo vientre. Míos son todos los primogénitos israelitas y todos los primeros machos de sus animales. (Éxodo 13:2)
Nehemías 10:35
Además nos comprometimos a llevar cada año al templo del Señor las primicias del campo y de todo árbol frutal. (Nehemías 10:35)
2 Corintios 9:7
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. (2 Corintios 9:7)
Malaquías 3:10
Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. (Malaquías 3:10)
Deuteronomio 18:4
También les darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, así como la primera lana que esquiles de tus ovejas. (Deuteronomio 18:4)
Romanos 11:16
Si se consagra la parte de la masa que se ofrece como primicias, también se consagra toda la masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas. (Romanos 11:16)