Este post contiene Versículos de Prosperidad en la Biblia, la prosperidad económica y la abundancia proviene de Dios, el cuál es la principal fuente de provisión en nuestra vida.
El Señor te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría. El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. (Deuteronomio 28:11-12)
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. (Malaquías 3:10)
Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos. (2 Corintios 8:9)
Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. (Lucas 6:38)
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. (2 Corintios 9:8)
Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. (Josué 1:8)
Vuelvan a su fortaleza, cautivos de la esperanza, pues hoy mismo les hago saber que les devolveré el doble. (Zacarías 9:12)
Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. (Salmos 37:7)
El perezoso ambiciona, y nada consigue, el diligente ve cumplidos sus deseos. (Proverbios 13:4)
Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras. (Jeremías 17:10)
Entonces el Señor tu Dios te bendecirá con mucha prosperidad en todo el trabajo de tus manos y en el fruto de tu vientre, en las crías de tu ganado y en las cosechas de tus campos. El Señor se complacerá de nuevo en tu bienestar, así como se deleitó en la prosperidad de tus antepasados. (Deuteronomio 30:9)
Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos. Lo que ganes con tus manos, eso comerás, gozarás de dicha y prosperidad. (Salmos 128:1-2)
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escúchenme: ¡Confíen en el Señor, y serán librados! ¡Confíen en sus profetas, y tendrán éxito! (2 Crónicas 20:20)
El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera. (Proverbios 28:25)
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! (Salmos 1:1-3)
Si te vuelves al Todopoderoso y alejas de tu casa la maldad, serás del todo restaurado, si tu oro refinado lo arrojas por el suelo, entre rocas y cañadas, tendrás por oro al Todopoderoso, y será él para ti como plata refinada. En el Todopoderoso te deleitarás, ante Dios levantarás tu rostro. Cuando ores, él te escuchará, y tú le cumplirás tus votos. (Job 22:23-27)
La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse. (Proverbios 10:22)
El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado. (Proverbios 11:25)
Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas. (Josué 1:7)
Prueben y vean que el Señor es bueno, dichosos los que en él se refugian. Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta. (Salmos 34:8-10)
¿Qué quieres, Señor? le preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo. Dios ha recibido tus oraciones y tus obras de beneficencia como una ofrenda le contestó el ángel. (Hechos 10:4)
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11)
Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. (3 Juan 2:1)
Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza, así ha confirmado hoy el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados. (Deuteronomio 8:18)
El Señor bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos. El Señor tu Dios te bendecirá en la tierra que te ha dado. El Señor te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos. (Deuteronomio 28:8-9)
El que labra su tierra tendrá abundante comida, pero el que sueña despierto es un imprudente. (Proverbios 12:11)
Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del rey. (Nehemías 1:11)
Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia, no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. (Salmos 37:7)
Aleja de mí la falsedad y la mentira, no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día. Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el Señor?” Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios. (Proverbios 30:8-9)
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos. Sus hijos dominarán el país, la descendencia de los justos será bendecida. En su casa habrá abundantes riquezas, y para siempre permanecerá su justicia. (Salmos 112:1-3)
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Que la paz Inmerecida more en ustedes siempre.. alabando al todo poderoso JEHOVÁ DIOS PADRE Celestial y su Hijo Jesucristo AMEN..