Este post contiene Versículos de Protección de Dios, Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. (Efesios 6:11)
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. (Salmos 46:1)
Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio. (Salmos 16:1)
Así que no temas, porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10)
Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes. (Éxodo 14:14)
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno. (2 Tesalonicenses 3:3)
Tú eres mi refugio, tú me protegerás del peligro, y me rodearás con cánticos de liberación. (Salmos 32:7)
Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos, perplejos, pero no desesperados, perseguidos, pero no abandonados, derribados, pero no destruidos. (2 Corintios 4:8-9)
Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida, contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo! (Salmos 138:7)
Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno. (Juan 10:28-30)
El Señor está conmigo, y no tengo miedo, ¿Qué me puede hacer un simple mortal? (Salmos 118:6)
Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará. (Deuteronomio 31:6)
Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas. (Salmos 34:19)
Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser espíritu, alma y cuerpo irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará. (1 Tesalonicenses 5:23-24)
Tú eres mi escondite y mi escudo, en tu palabra he puesto mi esperanza. (Salmos 119:114)
¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿Quién puede estar en contra nuestra? (Romanos 8:31)
Ten compasión de mí, oh Dios, ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro. (Salmos 57:1)
No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti, toda lengua que te acuse será refutada. Esta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mí procede afirma el Señor. (Isaías 54:17)
Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio ¡Que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección, y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. (Salmos 5:11)
Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes, tu bondad me ha hecho prosperar. Me has despejado el camino, así que mis tobillos no flaquean. (Salmos 18:35-36)
Dice el Señor: Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos, pues al pobre se le oprime, y el necesitado se queja. (Salmos 12:5)
¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles? (Mateo 26:53)
Que el Señor te responda cuando estés angustiado, que el nombre del Dios de Jacob te proteja. (Salmos 20:1)
Así que podemos decir con toda confianza: El Señor es quién me ayuda, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal? (Hebreos 13:6)
Líbrame de mis enemigos, oh Dios, protégeme de los que me atacan. (Salmos 59:1)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
El camino de Dios es perfecto, la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. (Salmos 18:30)
Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo, tú eres mi gloria, ¡tú mantienes en alto mi cabeza! (Proverbios 18:10)
Toda palabra de Dios es digna de crédito, Dios protege a los que en él buscan refugio. (Proverbios 30:5)
Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! (Salmos 91:4)
¿Pues quién es Dios, si no el Señor?. ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? (2 Samuel 22:32)
Versión en Portugués: Versículos Sobre a Proteção de Deus
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