La Biblia está llena de versículos que nos hablan sobre la fortaleza y el valor que encontramos en Dios. Estos versículos nos animan a confiar en Dios en momentos de dificultad y a buscar su fortaleza en lugar de nuestras propias habilidades o recursos limitados.
Uno de los versículos más conocidos sobre la fortaleza es Isaías 40:31, que dice: Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas. Volarán como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. Este versículo nos dice que si confiamos en Dios, encontraremos fortaleza para superar cualquier desafío o prueba.
Otro versículo importante es Salmos 46:1, que dice: Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, un ayuda siempre presente en momentos de angustia. Este versículo nos recuerda que Dios está siempre con nosotros y que podemos confiar en Él para darnos fortaleza en momentos de necesidad.
Además, encontramos fortaleza en versículos como Filipenses 4:13, que dice: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, y 2 Corintios 12:9, que dice: Pero él me dijo: Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Estos versículos nos animan a confiar en la fortaleza y el poder de Dios, incluso cuando nos sentimos débiles y vulnerable.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón, él es mi herencia eterna. (Salmos 73:26)
El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón en él confía, de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.(Salmos 28:7)
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. (Salmos 46:1)
Así que no temas, porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10)
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?. El Señor es el baluarte de mi vida, ¿quién podrá amedrentarme?. (Salmos 27:1)
Porque el SEÑOR tu Dios está contigo, él peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos. (Deuteronomio 20:4)
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador. (2 Samuel 22:2)
Porque para Dios no hay nada imposible. (Lucas 1:37)
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
¡Dios es mi salvación!. Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción, ¡él es mi salvación!. (Isaías 12:2)
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. (Mateo 11:28-30)
El Señor es mi fuerza y mi cántico, él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré, es el Dios de mi padre, y lo enalteceré. (Éxodo 15:2)
Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe, el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. (Mateo 7:7-8)
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)
¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible. (Jeremías 32:17)
Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. (2 Pedro 1:3)
No estén tristes, pues el gozo del SEÑOR es nuestra fortaleza. (Nehemías 8:10)
El Señor fortalece a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz. (Salmos 29:11)
De ti proceden la riqueza y el honor, tú lo gobiernas todo. En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos. (1 Crónicas 29:12)
¡Refúgiense en el SEÑOR y en su fuerza, busquen siempre su presencia! (1 Crónicas 16:11)
Manténganse alerta, permanezcan firmes en la fe, sean valientes y fuertes. (1 Corintios 16:13)
El SEÑOR omnipotente es mi fuerza, da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas. (Habacuc 3:19)
¿Quién es Dios, si no el SEÑOR?. ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?. (Salmos 18:31)
Inclina a mí tu oído, y acude pronto a socorrerme. Sé tú mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación. (Salmos 31:2)
Él es mi Dios amoroso, mi amparo, mi más alto escondite, mi libertador, mi escudo, en quien me refugio. Él es quien pone los pueblos a mis pies. (Salmos 144:2)
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador, es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! (Salmos 18:2)
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18)
A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama! (Salmos 59:17)
Dios es la fuente de todas las fortalezas, y es en Él donde encontramos una fuente constante de apoyo y consuelo en momentos de debilidad y dificultad. En la Biblia, encontramos muchos versículos que nos hablan sobre la fortaleza que Dios nos brinda, y sobre cómo podemos encontrar esa fortaleza en Él.
Una de las mejores maneras de experimentar la fortaleza de Dios es a través de la oración y la meditación en su Palabra. A medida que nos acercamos a Dios en la oración, podemos sentir su presencia y su poder en nuestras vidas, y podemos experimentar una profunda sensación de paz y serenidad. La meditación en su Palabra también nos ayuda a fortalecernos, ya que nos brinda una comprensión más profunda de quién es Dios y de lo que significa ser un hijo o hija suya.
Además, podemos encontrar fortaleza en Dios al unirnos a su comunidad. Al rodearnos de otros creyentes que comparten nuestras creencias y valores, podemos fortalecernos mutuamente y apoyarnos en momentos de dificultad. La iglesia también nos brinda un lugar para adorar y alabar a Dios, lo que nos ayuda a sentir su presencia y a experimentar su fortaleza en nuestras vidas.
En resumen, Dios es la fuente de todas las fortalezas y es en Él donde encontramos una fuente constante de apoyo y consuelo. Podemos encontrar fortaleza en Dios a través de la oración, la meditación en su Palabra y al unirnos a nuestros hermanos en Cristo. Si buscamos a Dios con todo nuestro corazón, podemos encontrar en Él la fuerza y el valor que necesitamos para superar cualquier desafío o prueba.
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Ver comentarios
Con Dios lo tengo todo
Son de mucha ayuda, gracias!
Muy instructivos estos versículos,nos da mucha fuerza y aliento para seguir por el buen camino día a día con nuestro Seños Jesucristo .gracias saludos
Dios tiene el control de todo
Ha sido de gran bendición en estos momentos de angustia, declarando su palabra mi alma ha sido confortada.
Gracias por estos versículos me ha sido de ayuda, para calmar mi dolor y desánimo. Dios les bendiga mucho. Espero que Dios siga su obra en mi y me termine de arrancar esta depresión en el nombre de Jesucristo Amén.
Dios gracias por tu palabra, que es bálsamo para nuestras heridas, dame la fuerza para resistir las pruebas, todo te lo pido en el nombre de Jesus.
Gracias.