Este post contiene Versículos Para Bendecir a los Hijos, Pero Jesús llamó a los niños y dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.
Sus hijos dominarán el país, la descendencia de los justos será bendecida. (Salmos 112:2)
El Señor te bendiga y te guarde, el Señor te mire con agrado y te extienda su amor, el Señor te muestre su favor y te conceda la paz. (Números 6:24-26)
Te amará, te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre, y también el fruto de la tierra que juró a tus antepasados que les daría. Es decir, bendecirá el trigo, el vino y el aceite, y las crías de tus ganados y los corderos de tus rebaños. (Deuteronomio 7:13)
Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. (Jeremías 32:38-39)
El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor. (Proverbios 16:9)
Sus hijos volverán a ser como antes, ante mí será restablecida su comunidad, pero castigaré a todos sus opresores. (Jeremías 30:20)
El niño crecía y se fortalecía, progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba. (Lucas 2:40)
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. (Romanos 8:14)
Pero Jesús llamó a los niños y dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. (Lucas 18:16)
Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas frondosas, que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio. (Salmos 144:12)
Ven establecerse en torno suyo a sus hijos y a sus descendientes. (Job 21:8)
Les daré un corazón que me conozca, porque yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón. (Jeremías 24:7)
Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad. (Éxodo 23:25)
Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia. (Judas 1:2)
Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas. (Salmos 145:4)
Que regaré con agua la tierra sedienta, y con arroyos el suelo seco, derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus vástagos. (Isaías 44:3)
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado. (Salmos 4:8)
Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. (Apocalipsis 22:21)
Los hijos de tus siervos se establecerán, y sus descendientes habitarán en tu presencia. (Salmos 102:28)
Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. (Joel 2:28)
Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas. (Salmos 145:4)
Que el Señor multiplique la descendencia de ustedes y de sus hijos. (Salmos 115:14)
El Señor mismo instruirá a todos tus hijos, y grande será su bienestar. (Isaías 54:13)
El Señor fortalece a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz. (Salmos 29:11)
Que el Señor te bendiga desde Sión, y veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. (Salmos 128:5)
El día que yo actúe ellos serán mi propiedad exclusiva dice el Señor Todopoderoso. Tendré compasión de ellos, como se compadece un hombre del hijo que le sirve. (Malaquías 3:17)
Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. (Salmos 127:3)
Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos ¡Cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! (Mateo 7:11)
Exclamó: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz! (Lucas 1:42)
Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer, desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú. (Salmos 22:10)
Esta web usa cookies.